El artículo de Lev Manovich analiza la singularidad de la revolución de los nuevos media comparándola con la revolución vanguardista en el diseño, el cine y las artes visuales que tuvo lugar en los años diez y veinte. El autor argumenta que las técnicas vanguardistas de los años veinte se transformaron en convencionalismos del software y la interfaz del ordenador, y reivindica que, en realidad, los nuevos media representan una nueva vanguardia para la sociedad de la información, aunque utilicen formas modernas anticuadas. Si la vanguardia de los años veinte surgió con formas nuevas para los nuevos media de la época (fotografía, cine, la nueva imprenta y tecnologías arquitectónicas), la nueva vanguardia de los media presenta formas radicalmente innovadoras de utilización de los media ya existentes. Así, las técnicas informáticas de acceso a los media, manipulación y análisis de los mismos constituyen la nueva vanguardia.

Durante los años veinte varios artistas, diseñadores, arquitectos y fotógrafos europeos publicaron varios libros que incluían en su título la palabra nuevo: La nueva tipografía (Jan Tschichold), La nueva visión (László Moholy-Nagy), Hacia una nueva arquitectura (Le Corbusier). Aunque nadie, al menos que yo sepa, publicó un libro titulado El nuevo cine, en esencia todos los manifiestos escritos por cineastas franceses, alemanes y rusos durante esa década constituyen dicho libro: una llamada de atención en favor de un nuevo lenguaje cinematográfico, ya fuera el montaje, el cinéma pur (también conocido como cine absoluto) o la photogénie. Del mismo modo, a pesar de no estar expuesta en ningún libro, en el campo del diseño gráfico también tuvo lugar una verdadera revolución visual que lo convirtió en un nuevo diseño gráfico (Aleksander Rodchenko, El Lissitzky, Moholy-Nagy, etc.).

En los años noventa la palabra nuevo volvió a aparecer. Pero ahora no estaba vinculada a media concretos, como la fotografía, la imprenta o el cine, sino a los media en general. El resultado fue el término nuevos media. Este término se usaba como una manera rápida de referirse a las nuevas formas culturales que dependían de los ordenadores digitales para su distribución: CD-ROM y DVD-ROM, sitios web, juegos de ordenador y aplicaciones de hipertexto e hipermedia. Pero, más allá de su significado descriptivo, en parte el término también llevaba consigo la misma promesa que animaba los libros y manifiestos de los años veinte que acabamos de mencionar: la promesa de una renovación cultural radical. Si los nuevos media representan de hecho la nueva vanguardia cultural, entonces ¿cómo podemos entender su relación con los anteriores movimientos de vanguardia? Tomando como punto de partida los paralelismos ya señalados, este artículo pretende observar la relación de los nuevos media con las vanguardias de los años veinte. Se centrará sobre todo en los lugares donde las actividades de vanguardia de los años veinte se desarrollaron con mayor radicalidad: Rusia y Alemania.

El lector puede preguntarse si es legítimo comparar una revolución tecnológica con una revolución artística. Sin embargo, si volvemos la vista atrás, hacia los años veinte, nos damos cuenta de que, desde el punto de vista de hoy en día, todas las innovaciones clave de entonces se llevaron a cabo en el ámbito de lo que en su día eran los nuevos media: la fotografía, el cine, las nuevas técnicas arquitectónicas y las nuevas técnicas de impresión. La nueva visión era el lenguaje del media fotográfico, la escuela soviética del montaje y el lenguaje clásico del cine eran los nuevos lenguajes para el media cinematográfico, la nueva tipografía (Tschichold) era el nuevo lenguaje del media impreso, la nueva arquitectura (Le Corbusier) era el nuevo lenguaje para el media espacial (es decir, la arquitectura). En consecuencia, lo que se compara aquí son los nuevos media de principios del siglo XX y los nuevos media al comienzo del siglo XXI.

Lev Manovich es profesor adjunto en el Departamento de Artes Visuales de la Universidad de California, San Diego, donde enseña Arte y teoría de los nuevos media. Es autor de The Language of New Media (MIT Press, 2001), Tekstura: Russian essays on visual culture (Chicago University Press, 1993) así como de muchos artículos que han sido publicados en más de veinte países. Se han escrito más de 40 críticas sobre The Language of New Media y el libro está siendo traducido al italiano, coreano y chino. Manovich nació en Moscú donde estudió Bellas artes, Arquitectura e Informática. En 1981 se trasladó a Nueva York, donde obtuvo un máster en Ciencia cognitiva (Universidad de Nueva York, 1988) y un doctorado en Estudios visuales y culturales en la Universidad de Rochester (1993). Su tesis doctoral, “The engineering of vision from constructivism to computers”, traza los orígenes del ordenador, relacionándolo con la vanguardia de la década de 1920. Manovich trabaja con el ordenador como artista, animador, diseñador y programador desde 1984. Entre sus proyectos artísticos se encuentran Little Movies, el primer proyecto de película digital diseñada para el Web (1994), Freud-Lissitzky Navigator, un software conceptual para navegar por la historia del siglo XX, y Anna and Andy, una novela que se reproduce en tiempo real (2000).

La versión en español de este artículo fue publicada en diciembre de 2002 en: http://www.uoc.edu/artnodes/esp/art/manovich1002/manovich1002.html

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